lunes, 8 de octubre de 2007

MANIFIESTO DE ANIMANATURALIS PERU AL INICIO DE NUESTRA CAMPAÑA CONTRA LAS CORRIDAS DE TOROS

MANIFIESTO OFICIAL DE ANIMANATURALIS A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DEL PERÚ ANTE LA APERTURA DE LA CAMPAÑA ANTI-TAURINA 2007

Desde que la nefasta Feria del Señor de los Milagros se instituyó en Acho en 1946, los peruanos progresistas, cultos y compasivos se opusieron tajantemente a este espectáculo de sangre, crueldad y miseria. Sesenta y un años más tarde, el movimiento anti-taurino local e internacional continúa educando al público y desenmascarando a la mafia taurina que se empeña en atribuir cualidades de cultura y arte a un espectáculo que degrada y avergüenza a nuestra patria en el extranjero.

Los innumerables tormentos a los que son sometidos los toros para facilitar la cobarde participación de un matarife en traje “de brillos” demuestran claramente que no puede ser catalogada como un deporte en el que dos contrincantes se enfrentan en condiciones igualitarias. El toro, que se encuentra completamente minado en sus fuerzas, es pieza clave para que el matarife auto-confirme su confundida sexualidad de macho en busca de un falso valor, aplaudido solamente por una masa retrógrada que en nombre de la tradición, seguramente daría la bienvenida a linchamientos públicos, ablaciones femeninas y ahorcamientos en la Plaza Mayor de Lima. Las tradiciones deben ser la espina dorsal de lo que nos define e identifica como peruanos y de lo que nos proporciona orgullo nacional. Todos los objetivos progresistas que queremos alcanzar como nación se ponen en riesgo cada vez que permitimos que este tipo de tradiciones sea fundamento formativo de las futuras generaciones.

Las corridas de toros no son un arte porque el arte crea y dignifica y nunca embrutece o envilece. Ya no hay lugar para las gastadas metáforas de danzas subliminales, de inmortalidad o de supervivencia en las que la mafia taurina insiste. El matarife no crea; el asesino destruye, cercena, mutila y asesina a los únicos seres nobles presentes en un coso taurino: el toro y el caballo.

Nadie con una mínima capacidad de entendimiento podría atreverse a asegurar que la muerte del toro es noble y digna ¿Es digna una muerte lenta, dolorosa, torturante, asfixiante? ¿Es noble ser mutilado por un equipo de sádicos cuando aún se está vivo ahogándose en su propia sangre? La verdadera cultura transforma al hombre en un ser más sensible, más inteligente y más civilizado y no en la vulgar caricatura de un Neanderthal moderno que a duras penas puede escribir su nombre.

A pesar que los antiguos Papas condenaron tajantemente este espectáculo salvaje y deplorable, la Iglesia Católica Peruana mantiene un silencio cómplice totalmente inconsistente con los principios de denuncia, compasión y respeto enseñados por Jesucristo. Su anuencia, implícita o explícita, el uso de sus santos y símbolos en las capillas de las plazas de toros y en las festividades patronales en provincias la ubica, a la mejor usanza Borgiana, en un rol que decepciona y avergüenza a sus seguidores.

En Agosto del 2005, el Tribunal Constitucional de la República emitió un fallo histórico declarando que las corridas de toros no son espectáculos culturales. Este fallo produjo una coyuntura para hacer más viable la solicitud de prohibición de las corridas de toros en el Perú, forzando al Instituto Nacional de Cultura a emitir una nueva resolución que suspendía la calificación de “cultural” a estos espectáculos degradantes.

Una encuesta realizada por la Universidad de Lima en Lima Metropolitana y en el Callao, a hombres y mujeres de 18 a 70 años en noviembre del 2003 indicó que el 63.2% de los encuestados estaba en contra de las corridas de toros. La cifra aumentó al 72.7% en el 2004 y al 78.1% en el 2005. En octubre del 2006, el rechazo a las corridas subió a un 82.0 % y hace solamente unos días, el Grupo de Opinión Pública de la Universidad de Lima anunció que el rechazo de los limeños hacia las corridas volvió a aumentar a un rotundo 83.1%.

No necesitamos más sangre ni crueldad en un país que sufrió en carne propia la violencia politica. No necesitamos corridas de toros en un país donde la violencia doméstica es un estilo de vida para el 51% de las mujeres en Lima y el 69% en el Cuzco que han sido violentadas sexual y físicamente por sus parejas. No necesitamos corridas de toros en un país que de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reporta más de 5,000 casos de explotación sexual infantil sin contar otros casos de abuso, explotación en empleos ilegales y maltrato físico y mental en ciudades como Lima, Cuzco, Iquitos y Madre de Dios.

Definitivamente, no necesitamos corridas de toros en un país en el que según cifras del INEI, el 54% de la población del país es pobre y otro 14% de peruanos vive en condiciones de extrema pobreza. Financiar temporadas taurinas o ganaderías con dinero del estado, otorgarles beneficios o exenciones de pago de tasas, subsidios o impuestos es darle una bofeteada a los peruanos pobres que también merecen ser considerados y educados.

AnimaNaturalis Perú, en conjunción con el Frente Anti-taurino del Perú y ORCA, Organización de Rescate, Educación, Ciencia y Conservación Salvando el Océano Pacífico, declara su boicot total a la mafia taurina y a todos sus aliados. Instamos al pueblo peruano a unirse a nuestros esfuerzos que incluyen la aprobación de leyes pertinentes que no exceptúen a las corridas de toros, peleas de gallos y demás espectáculos sangrientos por considerarlos espectáculos de carácter cultural.

Los días de la mafia taurina y de sus secuaces están contados porque los peruanos ansiamos vivir en una sociedad progresista y de respeto. Nuestro pueblo finalmente ha comprendido que toda forma de violencia es exactamente la misma; que degrada, corrompe, embrutece y reduce al ser humano a sus niveles más ínfimos. La gran mayoría de los peruanos comprendemos que nadie merece ser torturado en un país que se precia de ser civilizado y ratificamos nuestro compromiso de erradicar de nuestra patria los últimos vestigios de un espectáculo que hace apología de la muerte y de la tiranía ejercida en contra de los seres humanos y no humanos del Perú.


Por los derechos de los animales,

Maru Vigo
Directora Nacional AnimaNaturalis Perú
Maru@animanaturalis.org